miércoles, 8 de mayo de 2013
para enriquecer nuestro espíritu
“Todo lo que haces, tiene una reacción. Toda causa tiene un efecto. No existen las casualidades. Lo que recibes, es el producto de lo que das. Es importante que consideres que tu primera manera de dar es a partir de la mente. Los pensamientos son causas, las cuales suceden sus efectos. La vida es una constante siembra y cosecha. La siembra es la causa; la cosecha, el efecto.
Analiza lo que expresas con tu boca, porque el lenguaje es el reflejo de tu pensamiento. Aprende a observar cada uno de los pensamientos de tu mente y sus reflejos en el lenguaje y tus emociones. Observa también a las personas y podrás entender aún más este principio. Si ves a una persona triunfadora, pon atención a su rostro, su manera de caminar, sus relaciones, el compromiso con sus metas; todos estos son el resultado de su mente. Si observas a un individuo que se queja, critica y juzga, podrás notar también cómo es su vida, su manera de caminar, sus gestos, sus relaciones...”.
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