jueves, 11 de julio de 2013
como entretener a los hijos en estas vacaciones de invierno
Pareciera que en los últimos años se ha convertido en una obsesión mantener la agenda de nuestros hijos e hijas casi tan ocupada como la nuestra. A partir de los tres años es muy común que los niños o niñas dejen de dormir siestas durante la tarde y comiencen a tener un horario cargado de actividades, desde que llegan del colegio hasta que se acuestan a dormir. Como padres, nos interesa de que hagan deportes, danza, música o pintura; que tengan un tiempo establecido para hacer las tareas; y por supuesto, que dispongan de un tiempo libre, para ver televisión o jugar con videojuegos, computadoras o móviles.Y es que no está mal planificar las tardes de nuestros hijos e hijas y permitirles momentos de esparcimiento frente a equipos electrónicos. Lo que está mal es no darles la oportunidad de enfrentarse al aburrimiento o al tiempo libre sin estructura. De hecho, solemos escuchar la frase “estoy aburrido o aburrida” como un problema a solucionar, asumimos el rol de animadores y nos convertimos en los grandes culpables de su aburrimiento.Existen diversas actividades que los niños y niñas pueden realizar: juegos, deportes, paseos y talleres, sin embargo es bueno saber que el aburrimiento no es la peor alternativa.La psicóloga de la Clínica Vespucio, Jessica Piña, señala que el aburrimiento es una condición importante de aprender, integrar y canalizar. La sociedad actual invade a los niños y niñas con juegos de computación, internet, 24 horas al día de televisión y juguetes de todo tipo para evitar el aburrimiento. Este contexto “disminuye la capacidad de desarrollar estrategias de resolución de conflictos y la creatividad en algunos aspectos del desarrollo cognitivo. Además, pese a todo, igual les genera aburrimiento, porque la monotonía de las actividades en los niños y niñas en desarrollo, hace que aquello que tienen disponible ya no sea tan entretenido y estimulante”, argumenta.Respecto a la importancia del aburrimiento, la psicóloga explica: “pese a la dificultad que representa para los niños o niñas encontrar una alternativa de entretención, esta situación los puede ayudar a valorar lo que tienen y a generar actividades por sí solos, como dibujar, hacer manualidades o inventar cosas. De esta manera, se incrementa su capacidad creativa y la conexión emocional con sus propios intereses”.En relación al rol de los padres, estos pueden verse estresados cuando el aburrimiento se convierte en un problema. ”A veces, se planean actividades que demandan mucho tiempo de preparación y un esfuerzo económico importante, eso desgasta si es que las condiciones no están dadas para que las cosas planeadas fluyan con tranquilidad. Cuando no se sabe qué hacer frente al aburrimiento de los niños y niñas nos volvemos padres complacientes y permisivos, entonces se pueden desarrollar muchas expectativas en torno a las vacaciones. A los niños y niñas les cuesta comprender que a veces no es posible llevar a cabo todas las expectativas creadas”, acota la especialista.Según Piña, entretener a los niños y niñas no es tan difícil como se cree, no es necesario incurrir en gastos muy altos, planificando largos paseos o actividades desgastantes. “Llevar lápices y un block o cuaderno a algún lugar con árboles y crear un dibujo bonito que luego se pueda colgar en alguna parte de nuestra pieza, o ir a una plaza en la que no hayamos estado, llevando frutas para hacer un pequeño picnic, pueden ser algunas simples formas de entretención”, señala.La socialización es un factor clave para el desarrollo de los niños y niñas, y en vacaciones se puede dar una buena instancia para juntarse con amigos y amigas. Además, la psicóloga explica que “estar en casa y pasar más tiempo con los hermanos, padres, etc., es relevante para reafirmar ciertas dinámicas familiares, como levantarse por la mañana y tomar desayuno todos juntos en la cama”.
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