domingo, 30 de octubre de 2016
Asertividad
¿Qué es la asertividad?
Hay quien considera que asertividad y habilidades sociales son términos sinónimos. Sin embargo, vamos a considerar que la asertividad es solo una parte de las habilidades sociales, aquella que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido.
Areas en donde la Asertividad nos puede ayudar:
1) En la cotidianidad.
Qué importante es sentirnos seguros de nosotros mismos y capaces de interactuar con los demás de una manera clara, directa y descomplicada.
Una de las mejores herramientas para abrir comunicación en el plano es en base a una buena comunicación no verbal y por cierto que al manejo de contenidos que sean adecuados al contexto en que interactuamos.
La asertividad nos da grados de libertad para decir contenidos tanto positivos como negativos de una manera respetuosa.
La conducta asertiva se aprende mediante un entrenamiento
asertivo. Este consiste en realizar un training
grupal en el cual las personas (máximo 12 por curso)
trabajan, desde la práctica misma, las conductas asertivas que desean adquirir. Este entrenamiento realiza variadas filmaciones para que cada participante se pueda dar cuenta de cómo se ve su conducta desde fuera y por cierto, pueda apreciar los cambios positivos que se van produciendo clase a clase.
2) Con la pareja.
No es una novedad que las relaciones de pareja hay que trabajarlas y cultivarlas, sobre todo en el plano comunicacional. De no ser así muchas veces no basta con tenerse cariño si Este no llega de buena manera a la otra persona, y muchas veces puede este cariño verse desgastado por múltiples conflictos y peleas que se producen en el día a día.
Muchas veces las parejas se convierten en una suerte de islas vivientes, en donde cada miembro vive dentro de su isla y no intercambia sus contenidos con su pareja, a poco andar esto se hace inviable acarreando un sinnúmero de dolores y una convivencia progresivamente más carente de afectos.
La asertividad enseña a entregar los mensajes de una forma respetuosa. Las personas aprenden a decir las cosas sin ofender ni rotular al otro; como también a establecer una jerarquía con respecto a los contenidos que serán objeto de peticiones de cambios de conducta, dejando fuera los que no vale la pena tocar.
En las parejas es importante aprender a reforzar positivamente, como también, darse cuenta de que la otra persona no es telépata, así es que si no aprendemos a pedirle de buenas maneras lo que queremos, la otra persona por mucho que esté enamorada no va a ocurrírsele hacer lo que la pareja necesita en ese momento.
Una persona que funciona de manera asertiva en la vida, generalmente tiene relaciones interpersonales más gratas y cercanas (esto no quiere decir que le tenga que caer bien a todo el mundo), y su calidad de vida se ve favorecida en gran medida porque ha aprendido a no cargar con "mochilas sicológicas" que no le corresponden.
3) Hablar en público.
Desde hace unos años se vuelve cada vez más necesario, el adquirir herramientas para saber hablar frente a público, ya sea en el contexto laboral como en el de relaciones sociales.
Una persona que habla frente a un grupo de manera abierta, cálida y descomplicadamente, puede fácilmente capturar la atención de la audiencia y hacer de ese momento una excelente oportunidad para traspasar los mensajes que se han querido privilegiar, sea en el ámbito que sea.
Cuando nos encontramos en el mundo del trabajo esperamos que los líderes también se comporten de esa manera a la hora de hablarnos. Es decir, que exista una congruencia entre lo que nos dicen en una conversación "cara a cara" y también en una reunión con muchas personas.
Esperamos de nuestros modelos a seguir que no les tiemble la voz mientras hablan y que no se persiban claves de ansiedad.
Esperamos que actúen de manera desenvuelta, nos miren a los ojos y sepan ocupar su postura corporal como su comunicación no-verbal en general (mirada, manos, expresión facial, gestos, voz) de una manera atractiva y puesta al servicio de mostrarnos el objetivo de dicho mensaje.
Se agradece y de qué manera que la persona que habla en público:
No se ponga las manos en los bolsillos.
No carraspée nerviosamente, o se frote las manos repetidamente, o mueva un pie constantemente por nerviosismo. No se bloquée o experimente ansiedad desadaptativa. Nos mire mientras habla, independientemente del tamaño de la audiencia. Sea capaz de sintetizar para no extender su discurso más allá de nuestras curvas de atención.
Tengamos presente que cuando estamos contando una anécdota frente a un grupo de amigos, ya estamos hablando en público, y esa percepción que se genera en los demás a través de nuestras conductas son fáciles de hacer, pero muy difíciles de cambiar.
He escuchado muchas veces a personas tímidas que se quejan porque los demás, al no conocerlos, piensan que son personas creídas o miradoras en menos.
4) Con uno mismo.
Un parámetro importante de la asertividad está dado por el grado de bienestar personal que experimenta la persona luego de haberse comportado de manera asertiva.
Muchas veces creemos que el tener éxito y que se nos reconozcan nuestros méritos desde fuera es lo que nos deja contentos en la vida.
Puede que esto sea así para muchas personas que sufren de inseguridad y timidez y casi siempre viven pendientes de lo que los demás piensan de ellos. Sin embargo, cuando se han ganado grados de seguridad personal y por tanto, grados de libertad para decidir con respeto a qué queremos en nuestras vidas y qué no, entonces lo más importante es el cómo la persona se siente con ella misma y es capaz de pasar por el espejo social muchas veces si éste no está en la dirección que ella le quiere dar a su vida.
Al salir de una reunión de trabajo, por ejemplo y pensar "qué grato, quizá pensaba diferente a la mayoría de las personas que estaban ahí, sin embargo planteé mis ideas sin miedo pero, sin pasar a llevar a nadie", esto es algo que nos llena de un sentido de libertad y honestidad en la vida que es importante desarrollar para llegar a ser feliz "a escala humana".
Cuando nos damos el permiso de decirle lo que sentimos a los demás (positivo o negativo), esto nos hace vivir de una manera mucho más verdadera y para las demás personas es mucho más fácil entendernos y saber lo que nos pasa en la vida.
Cuando somos capaces de formular una crítica a alguien sin ofenderlo y con la debida precaución de que los contenidos que le voy a decir son realmente lo que le quiero decir y son capaz de dejar de lado los rótulos, descalificaciones y posturas de juez o "sabedor de la verdad absoluta", entonces le pierdo el miedo a formular críticas, ya que lo más probable es que éstas lleguen al otro lado de una buena manera, y permita que la relación con la persona criticada inclusive mejore.
Los invito a practicar la asertividad si es que les interesa el tema, y creen que pueden mejorar su calidad de vida aprendiendo a ser más desenvueltos y mejores comunicadores de lo que consideran importante, dejando de lado las vergüenzas innecesarias.
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