mis vacaciones en san andrés

Como les conté en el post anterior, el sábado 21 de octubre en la madrugada me fui a san Andrés. El vuelo salió como a la 1 de la madrugada, por diferencia de horario, llegamos como a las 5 de la mañana a Bogotá, entre chile y Colombia hay 2 horas de diferencia, el vuelo duró como 5 horas. En el avión nos dieron comida, de ida comí raviolis y de vuelta comí tortelini. Una vez llegado a Bogotá, hubo que tomar el avión que nos llevara a san Andrés. En Bogotá estuvimos como 2 horas y el vuelo a san Andrés también demoró como 2 horas. Una vez llegado a san Andrés nos fuimos al otel, estuvimos en el de cameron mar azul. El otel de cameron tenía 4 filiales y nosotros estuvimos en el mar azul que estaba retirado del centro pero al parecer era el mejor, ahí había bufete y bar libre, te ponían una pulsera para indicar que tenías derecho a esas cosas en el otel, en el caso de nosotros, era una pulsera amarilla. Como el otel tiene filiales, tú podías comer en cualquiera de los otros oteles avisando previamente, un día que fuimos al centro, almorsamos en el otel acuario que está en el centro de la isla. Una vez que almorzamos y nos entregaron las habitaciones, nos fuimos a la playa que daba al mismo otel, pues yo estaba ancioso por conocer esas playas. Realmente son espectaculares, el agua tibia, además tú caminas y el agua no te llega muy arriba, aquí en chile en la mayoría de las playas, tú caminas un poco y el agua te tapa, reñaca es una alpargata al lado de san Andrés. El domingo fuimos en lancha a una isla más pequeña para bañarnos, también era espectacular. Otro día anduve en cayac igual como cuando fui a la laguna vichuquén, pero este cayac era doble, fui con mi papá y llegamos hasta un banco de arena. Pero el mejor día fue cuando fuimos a la playa de roquiquí que es la mejor playa de la isla, me bañé arto rato, el otel tenía un lugar para almorzar y en la tarde anduvimos en lancha, toqué medusas, estrellas de mar, el pepino de mar, claro que el pepino de már lo había tocado en el acuario de Valparaíso, toqué una manta raya y nadé con ella. Ese mismo día en la mañana antes de irnos a roquiquí, tuve buceando, claro que en la piscina, tuve una mini clase de buseo, me puse los tuvos de oxíjeno y la escafandra, me faltó el plomo ya que no fue necesario ya que estuve en la piscina, quería busear en el mar pero ese día el mar estaba un poco bravo y además había que pagar. Todo esto fue el día viernes antes de venirnos. En cuanto a las comidas era autoservicio y en general había arroz, ya sea blanco o con frijoles, o bien con coco y pasas, había también plátano frito, carne pollo y pescado, en el caso del desayuno, había frutas como melón, sandía, maracuyá, guallavas, tomate de árbol, claro que el tomate de árbol lo encontré desabrido, además había omelét, huevo revuelto y distintos tipos de dulces. Respecto de los postres, había jalea, helado y dulces, lo curioso es que había más fruta para el desayuno que para el postre, creo que se debe a que la fruta es mejor consumirla en ayuna. Otra cosa a considerar es que para la sena, uno podía optar ir al bufete o ir a un restaurante dentro del mismo otel, y un día había carnes y otro pescado y marisco, yo comí pescado asado con plátano frito, claro que había que inscribirse con anticipación en caso de senar en el restaurante. Respecto a los tragos, no eran muy bueno, el más novedoso es el san Andresito que era wisqui con coco, yo generalmente tomaba wiscola o roncola, además de la menta para bajar la comida y también tomé mar azul y un día aguardiente. También había una zona de esnac que era comida chatarra, o sea completos, amburguesas y además empanadas colombianas que son muy ricas. En la noche había show a contar de las 10 de la noche, un día hubo regay, otro día tambores colombianos, otro día carnaval, o sea baile de distintos países de Latinoamérica. El show duraba una hora, después había discoteque hasta las 2 de la mañana, ningún día fuimos a la discoteque ya que nos acostábamos muy cansados, de hecho me dormía apenas me acostaba. También hubo unos músicos que tocaban música de la isla. La música de ellos es el calipso, que tocaban con guitarra, maraca, tambor y un instrumento llamado tiláfono que era un tambor aguecado con una cuerda y que sonaba como un contrabajo, con el mango de la cuerda que era de madera se tomaba con una mano y depende lo estirado de la cuerda era el tono que daba, a esos músicos les compré un cd, pero como no tenía como probarlo, finalmente resultó que no eran ellos, era música calipso pero por otros grupos. En san Andrés se habla un idioma que es mezcla de inglés, africano y español, le llaman criol, pero no es el de los haitianos, el de los haitianos se parece al francés, de hecho cuando estaban haciendo aseo yo pensaba que eran haitianos, pero era el criol de ellos.. Finalmente nos regresamos el sábado 29, tomamos el avión para Bogotá a las 4 de la tarde, a las 6 llegamos a Bogotá y a las 11 de la noche tomamos el avión de regreso a Santiago, mientras hacíamos la hora, comimos algo y compramos algunos suvenires en el aeropuerto de Bogotá. En verdad, en estas vacaciones lo pasé muy bien, y reafirmo lo dicho, me gustaría vivir en un lugar así, claro que no en la isla debido a que hay pocas posibilidades de trabajo, pero en una ciudad tropical, es bastante agradable andar en la noche con pura polera, también podría andar con vestidos o falda, pero como iba con mis padres no pude hacerlo, pero si viviese allá sin ellos, demás que andaría con faldas o vestidos en la noche. Por otra parte, me gustaba cuando salían los cangrejos en el otel, en las partes de arena, los cangrejos tenían su cueva, dicen que en mayo y junio está lleno de cangrejos, además el calor no era tan insoportable como pensaba, si bien el ambiente es caluroso, sin embargo el sol no pica tanto como aquí, puede ser también porque varios días estuvo nublado e incluso llovió como 15 minutos pero fuerte, con esa lluvia aquí en Santiago, todo se hubiese inundado. Como reitero, me gustaría vivir en un lugar así, ojalá pueda lograrlo, sobre todo en los días de frío invierno voy a añorar un lugar como san Andrés.