viernes, 20 de julio de 2012

¿Cómo enfrentar el invierno sin subir de peso?

Llegan los meses de frío y junto a ello las ganas de comer cosas ricas. Especialmente alimentos calóricos, que ayuden a pasar más agradablemente las bajas temperaturas. Sin embargo, esto puede traer un aumento de peso significativo, que se lamenta cuando llegan los primeros rayos de sol. Entre mayo y agosto, por el frío y los días grises, el organismo tiende a necesitar más calorías, lo que suple consumiendo alimentos, que por lo general hacen que el peso corporal aumente. Los buenos hábitos alimenticios y el ejercicio físico pueden evitar esta situación. La falta de luz que presenta el invierno hace secretar melatonina, hormona que influye en la disminución de la temperatura corporal, por ello nuestro cuerpo genera una mayor demanda calórica, que satisface con alimentos ricos en carbohidratos y calorías. Es importante mencionar, que el aumento de la melatonina reduce los niveles de serotonina, hormona fundamental en la regulación del ánimo de las personas. Por eso, especialmente en el caso de las mujeres, cuando se está desanimada se siente la necesidad de consumir productos como el chocolate. ¿Qué hacer en otoño e invierno para combatir este proceso del organismo que puede llevarnos a aumentar de peso? La nutricionista, Marcela Cosentino, de la Clínica Santa María, cuenta que existen fórmulas útiles para pasar los meses de frío sin ganar kilos. La clave está en el ejercicio físico y tomar los siguientes consejos como hábitos de vida. La pauta de alimentación en invierno y verano debe ser la misma: incluye lácteos, carnes, verduras, cereales, frutas y grasas saludables. La forma de cocción es la que varía, según la estación del año. Por ejemplo, en invierno se tiende a comer los alimentos en preparaciones calientes por el frío y porque producen mayor saciedad. Otras recomendaciones: - Realizar actividad física durante todo el año. - Comer las proteínas y carbohidratos en platos chicos. Las ensaladas y sopas de vegetales en porciones y platos grandes. - No llevar fuentes a la mesa, ya que uno se tienta, picotea y tiende a repetirse. Por eso hay que llevar los platos servidos. - Siempre comer sopa de verduras de entrada, ya que da saciedad. - Mantener la ingesta de líquidos durante todo el año (dos litros diarios). En invierno, por el frío, optar por infusiones y agüitas de hierbas. Tomar café con moderación. - Consumir frutas y verduras de distintas variedades y colores, en cantidades abundantes, ya que aportan pocas calorías. - Las cecinas, viseras (sesos, riñones, hígado), carne con grasa, mantequilla, margarina, mayonesa, tortas, pasteles, papas fritas y la comida “chatarra” contienen grasas saturadas, ácidos grasos trans, lo que aumentan el colesterol, exceso de calorías y hacen engordar. Prefiera paltas, nueces, y aceitunas que aportan grasas saludables. - Pesarse regularmente en ayuna, puede ser una vez a la semana, para controlar las fluctuaciones de peso. Pero no caiga en la obsesión de hacerlo todos los días. - Cambiar el chocolate por leche descremada con sabor o productos más nutritivos como el cacao amargo. Fuente de información: Clínica Santa María y Ministerio de Salud.

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