viernes, 1 de febrero de 2013

Ponga sus maletas a dieta y aliviane su equipaje de viaje en estas vacaciones

Pon tus bolsos y maletas a dieta y quítate un gran peso de los hombros. Cargar equipaje pesado es algo molesto, agotador y a veces hasta puede resultar costoso en términos económicos y médicos. ¡Que sencillas pueden resultar nuestras vacaciones cargando tan sólo una pequeña mochila, con lo necesariamente imprescindible…lo justo y necesario! Pero no, en general esto no ocurre y pasamos horas pensando en qué cosas llevar y optamos finalmente por vaciar nuestro clóset y bodega en las maletas. Es por ello, que cuando se presentan breves escapadas o derechamente nuestras vacaciones, se recomienda preparar de antemano el equipaje que nos acompañará a nuestro destino, a fin de que ésta sea una tarea sencilla que no nos agote antes del descanso. Dicen que el secreto de un equipaje perfecto es seleccionar sólo lo esencial y aprovechar al máximo el espacio disponible. Aquí algunas recomendaciones para lograrlo. Antes de salir: • Es conveniente conocer bien el clima y la previsión meteorológica e informarse sobre las variaciones climáticas de la zona que se va a visitar. Detalles como si enfría por la noche o si suele llover pueden orientarnos a la hora de preparar el equipaje. • Hacer una lista de todo lo que se vaya a necesitar. Ésta debe conservarse también a la vuelta para no olvidar nada. • Si se viaja con niños es preferible hacer una lista aparte para el equipaje infantil, de esta manera controlaremos mejor el peso de las maletas. • Antes de empezar con la maleta es recomendable colocar todo lo que se ha decidido llevar sobre la cama para tener una visión de conjunto. • Las prendas que no se arruguen resultan más cómodas para el viaje Del mismo modo llevar ropa polivalente, nos ayudan a economizar el espacio del equipaje, ya que puede adaptarse diferentes situaciones y ambientes, por ejemplo, podemos escoger una camiseta que sea adecuada tanto para vestir de sport como para lugares en los que se requiere mayor formalidad. • Colocar el botiquín en el equipaje de mano, así como otros objetos que podamos necesitar en momentos puntuales como el mini costurero, las joyas, libros o accesorios de los niños. De esta manera reducimos el peso final de la maleta pero hemos de tener cuidado con las estrictas medidas de seguridad que tienen en los aeropuertos con los líquidos en el equipaje de mano. • Para estancias cortas en las que sólo se lleva una bolsa de viaje, es mejor colocar las cosas con más peso en el fondo de la maleta y las ligeras encima. Arriba del todo pueden ir las que se vayan a utilizar en la primera noche. Elegir el equipaje: • En el avión, lo mejor son las maletas duras y rígidas. • Si se viaja en automóvil, tren o bus los bultos deben ser blandos ya que así resultan más ligeros y manejables. • Si sabemos que gran parte del viaje lo pasaremos andando, lo mejor es hacerlo con una mochila en la espalda, ya que permite más libertad de movimiento. Hacer la maleta: • Cerrar y abrochar las cremalleras y los botones de toda la ropa y colocarla siempre boca abajo, de este modo se arrugará menos. • Si la maleta tiene dos habitáculos, introducir en uno de ellos los zapatos guardados en bolsas de plástico y los objetos que tienen más peso. Ponerlos siempre en la zona opuesta al mango. Si no tiene separador, dejar estos objetos en el fondo de la maleta. • Después meter las prendas pesadas y los trajes. Doblar cada prenda según el espacio que quede y mantener las capas lo más lisas posibles. • Poner al final las prendas más finas. Los calcetines pueden colocarse en los cuellos aprovechando el espacio al máximo. • Rellenar los huecos del equipaje con medias, pañuelos, ropa interior, etc. Hacer la mochila/equipaje de mano: • Una buena mochila debe ser rígida por dentro y con el exterior resistente al roce y al agua. Con capacidad de 50 a 60 litros. Deben ajustarse al cuerpo y el cinturón y los tirantes deben ser acolchados y amplios. En el mercado existen modelos confortables y resistentes para diferentes necesidades, con bolsillos exteriores, aislantes y cobertor para el saco de dormir. • Hay que recordar que los objetos con puntas o angulosos no deben llevarse en la zona de contacto de la mochila con la espalda, ya que resultan muy incómodos y podrían llegar a clavarse. • Introducir los objetos en bolsas o sacos de plástico para tenerlos localizados. De este modo ganaremos más espacio y orden que si estuviese todo suelto. • Las cosas con más peso no deben estar abajo para que el centro de gravedad esté arriba de la mochila. Tampoco conviene llevar la mayor parte del peso en la zona media, ya que puede ocasionar molestias en la zona lumbar. • Los bultos se distribuyen según el orden de uso. • Finalmente, hay que incluir en la mochila ropa de todo tipo, de abrigo y ligera, pantalones largos y cortos, camisetas de manga larga y corta, y calcetines de algodón y de lana. Qué llevar: • Los objetos de valor deben ir en cinturones con cierre de cremallera o en lugares escondidos dentro o fuera del equipaje. • En el caso de los utensilios de tocador y cosméticos, lo mejor es llevar botellas pequeñas y que cierren bien, con el fin de optimizar el espacio. Para los mochileros la solución más habitual es compartirlos con los compañeros y así evitar peso innecesario. • Las toallas grandes tienen mucho peso y ocupan más espacio. La alternativa en estos casos pueden ser dos toallas de mano, sirven para todo el cuerpo y se secan antes. • Ropa ligera como zapatillas crocs (zapatos funcionales), camisas de lino, etc. siempre nos ayudarán a reducir ese peso extra. • Ropa resistente y que sirva para diferentes ocasiones. Si la escapada es larga y de aventura, lo mejor es optar por prendas de poco peso y volumen, de fácil lavado y que se sequen rápido. Los jeans son una buena opción, cómodos y resistentes, aunque cuestan más de lavar y secar. Las lavanderías suelen ser muy caras para los turistas, por lo que para los viajes más económicos lo mejor puede ser lavarse la ropa a mano llevando jabón, pinzas y cuerda. • Impermeable. Puede salvar más de una visita si la lluvia arrecia. Deben ser cómodos, transpirables y no obstaculizar el movimiento. • Los zapatos. Lo mejor son zapatillas de deporte o botas de marcha, en función del tipo de escapada. En las zonas cálidas y con playa, son habituales las sandalias y/o hawaianas. • Una mochila pequeña de día para no tener que cargar con todo el equipo en las visitas a las ciudades. • El saco de dormir debe ser de un tejido resistente, pero sobretodo debe abrigar. Hay que tener en cuenta que aunque viajemos a zonas cálidas por las noches bajan las temperaturas y a nadie le gusta pasar frío mientras duerme, sobre todo si es a la intemperie. • Provisiones: latas y productos envasados de larga duración son los mejores aliados para viajes largos aunque su peso sea significativo. • Nos salvará de más de un apuro un botiquín básico con: paracetamol, pastillas para la diarrea y estreñimiento, desinfectante u otros componentes básicos de farmacia. • Cosas que no debemos olvidar: documentos y tarjetas Seguro que después de estas indicaciones el ¿Qué llevo? o el ¿Dónde lo pongo? serán preguntas menos frecuentes antes de salir de vacaciones. Conseguir un equipaje liviano pero completo no es imposible. Si seleccionamos y repartimos bien el espacio conseguiremos sacarle el máximo rendimiento a nuestra maleta o mochila de viaje. ¡A disfrutar de las vacaciones! Pon tus bolsos y maletas a dieta y quítate un gran peso de los hombros. Cargar equipaje pesado es algo molesto, agotador y a veces hasta puede resultar costoso en términos económicos y médicos. ¡Que sencillas pueden resultar nuestras vacaciones cargando tan sólo una pequeña mochila, con lo necesariamente imprescindible…lo justo y necesario! Pero no, en general esto no ocurre y pasamos horas pensando en qué cosas llevar y optamos finalmente por vaciar nuestro clóset y bodega en las maletas. Es por ello, que cuando se presentan breves escapadas o derechamente nuestras vacaciones, se recomienda preparar de antemano el equipaje que nos acompañará a nuestro destino, a fin de que ésta sea una tarea sencilla que no nos agote antes del descanso. Dicen que el secreto de un equipaje perfecto es seleccionar sólo lo esencial y aprovechar al máximo el espacio disponible. Aquí algunas recomendaciones para lograrlo. Antes de salir: • Es conveniente conocer bien el clima y la previsión meteorológica e informarse sobre las variaciones climáticas de la zona que se va a visitar. Detalles como si enfría por la noche o si suele llover pueden orientarnos a la hora de preparar el equipaje. • Hacer una lista de todo lo que se vaya a necesitar. Ésta debe conservarse también a la vuelta para no olvidar nada. • Si se viaja con niños es preferible hacer una lista aparte para el equipaje infantil, de esta manera controlaremos mejor el peso de las maletas. • Antes de empezar con la maleta es recomendable colocar todo lo que se ha decidido llevar sobre la cama para tener una visión de conjunto. • Las prendas que no se arruguen resultan más cómodas para el viaje Del mismo modo llevar ropa polivalente, nos ayudan a economizar el espacio del equipaje, ya que puede adaptarse diferentes situaciones y ambientes, por ejemplo, podemos escoger una camiseta que sea adecuada tanto para vestir de sport como para lugares en los que se requiere mayor formalidad. • Colocar el botiquín en el equipaje de mano, así como otros objetos que podamos necesitar en momentos puntuales como el mini costurero, las joyas, libros o accesorios de los niños. De esta manera reducimos el peso final de la maleta pero hemos de tener cuidado con las estrictas medidas de seguridad que tienen en los aeropuertos con los líquidos en el equipaje de mano. • Para estancias cortas en las que sólo se lleva una bolsa de viaje, es mejor colocar las cosas con más peso en el fondo de la maleta y las ligeras encima. Arriba del todo pueden ir las que se vayan a utilizar en la primera noche. Elegir el equipaje: • En el avión, lo mejor son las maletas duras y rígidas. • Si se viaja en automóvil, tren o bus los bultos deben ser blandos ya que así resultan más ligeros y manejables. • Si sabemos que gran parte del viaje lo pasaremos andando, lo mejor es hacerlo con una mochila en la espalda, ya que permite más libertad de movimiento. Hacer la maleta: • Cerrar y abrochar las cremalleras y los botones de toda la ropa y colocarla siempre boca abajo, de este modo se arrugará menos. • Si la maleta tiene dos habitáculos, introducir en uno de ellos los zapatos guardados en bolsas de plástico y los objetos que tienen más peso. Ponerlos siempre en la zona opuesta al mango. Si no tiene separador, dejar estos objetos en el fondo de la maleta. • Después meter las prendas pesadas y los trajes. Doblar cada prenda según el espacio que quede y mantener las capas lo más lisas posibles. • Poner al final las prendas más finas. Los calcetines pueden colocarse en los cuellos aprovechando el espacio al máximo. • Rellenar los huecos del equipaje con medias, pañuelos, ropa interior, etc. Hacer la mochila/equipaje de mano: • Una buena mochila debe ser rígida por dentro y con el exterior resistente al roce y al agua. Con capacidad de 50 a 60 litros. Deben ajustarse al cuerpo y el cinturón y los tirantes deben ser acolchados y amplios. En el mercado existen modelos confortables y resistentes para diferentes necesidades, con bolsillos exteriores, aislantes y cobertor para el saco de dormir. • Hay que recordar que los objetos con puntas o angulosos no deben llevarse en la zona de contacto de la mochila con la espalda, ya que resultan muy incómodos y podrían llegar a clavarse. • Introducir los objetos en bolsas o sacos de plástico para tenerlos localizados. De este modo ganaremos más espacio y orden que si estuviese todo suelto. • Las cosas con más peso no deben estar abajo para que el centro de gravedad esté arriba de la mochila. Tampoco conviene llevar la mayor parte del peso en la zona media, ya que puede ocasionar molestias en la zona lumbar. • Los bultos se distribuyen según el orden de uso. • Finalmente, hay que incluir en la mochila ropa de todo tipo, de abrigo y ligera, pantalones largos y cortos, camisetas de manga larga y corta, y calcetines de algodón y de lana. Qué llevar: • Los objetos de valor deben ir en cinturones con cierre de cremallera o en lugares escondidos dentro o fuera del equipaje. • En el caso de los utensilios de tocador y cosméticos, lo mejor es llevar botellas pequeñas y que cierren bien, con el fin de optimizar el espacio. Para los mochileros la solución más habitual es compartirlos con los compañeros y así evitar peso innecesario. • Las toallas grandes tienen mucho peso y ocupan más espacio. La alternativa en estos casos pueden ser dos toallas de mano, sirven para todo el cuerpo y se secan antes. • Ropa ligera como zapatillas crocs (zapatos funcionales), camisas de lino, etc. siempre nos ayudarán a reducir ese peso extra. • Ropa resistente y que sirva para diferentes ocasiones. Si la escapada es larga y de aventura, lo mejor es optar por prendas de poco peso y volumen, de fácil lavado y que se sequen rápido. Los jeans son una buena opción, cómodos y resistentes, aunque cuestan más de lavar y secar. Las lavanderías suelen ser muy caras para los turistas, por lo que para los viajes más económicos lo mejor puede ser lavarse la ropa a mano llevando jabón, pinzas y cuerda. • Impermeable. Puede salvar más de una visita si la lluvia arrecia. Deben ser cómodos, transpirables y no obstaculizar el movimiento. • Los zapatos. Lo mejor son zapatillas de deporte o botas de marcha, en función del tipo de escapada. En las zonas cálidas y con playa, son habituales las sandalias y/o hawaianas. • Una mochila pequeña de día para no tener que cargar con todo el equipo en las visitas a las ciudades. • El saco de dormir debe ser de un tejido resistente, pero sobretodo debe abrigar. Hay que tener en cuenta que aunque viajemos a zonas cálidas por las noches bajan las temperaturas y a nadie le gusta pasar frío mientras duerme, sobre todo si es a la intemperie. • Provisiones: latas y productos envasados de larga duración son los mejores aliados para viajes largos aunque su peso sea significativo. • Nos salvará de más de un apuro un botiquín básico con: paracetamol, pastillas para la diarrea y estreñimiento, desinfectante u otros componentes básicos de farmacia. • Cosas que no debemos olvidar: documentos y tarjetas Seguro que después de estas indicaciones el ¿Qué llevo? o el ¿Dónde lo pongo? serán preguntas menos frecuentes antes de salir de vacaciones. Conseguir un equipaje liviano pero completo no es imposible. Si seleccionamos y repartimos bien el espacio conseguiremos sacarle el máximo rendimiento a nuestra maleta o mochila de viaje. ¡A disfrutar de las vacaciones!

No hay comentarios.: