jueves, 15 de diciembre de 2016

los villancicos y los aguinaldos

Como folklorista afamao jajaja, siempre me ha llamado la atención de que a las canciones populares o mas bien folklóricas se les llama tanto villancicos como aguinaldos, y como soy curioso traté de averiguar la diferencia. Aquí les copio un artículo referido al tema. POR JOSÉ MIGUEL VERAS Tradicionalmente, cuando pensamos en aguinaldos, lo que generalmente nos llega a la memoria son los sonidos de villancicos, música, tambores, maracas y en otras palabras, una idea de canciones y parranda navideña que se traslada de casa a casa, pero no es así. Cuando buscamos en el diccionario la definición de este vocablo, encontramos la siguiente: “regalo que se da en Navidad (período de tiempo en el que se celebra el nacimiento de Cristo); ejemplo: ¿le has dado ya el aguinaldo al cartero? Esto nos indica que literalmente el aguinaldo es diferente al que por tradición se entiende, que nos da a entender que los aguinaldos están unidos de la mano de los conocidos villancicos, los cuales no tienen nada que ver con el “darle la Navidad” o “darle la Nochebuena” a aquellos que durante todo el año nos han brindado cualquier tipo de servicio, generalmente rutinario (cartero, recogedor de basura, mensajero…) o como es usual en el gobierno que vivimos, el “doble sueldo”. La tradición de dar regalos en diciembre fue heredada por las sociedades americanas de las culturas romanas, románticas y españolas. Como lo revelan los expertos, los aguinaldos eran costumbres que estimulaban emociones de armonía, unidad, cariño y ternura entre los hombres, antes de la proclama de la Natividad de Jesús. Originariamente, los aguinaldos se daban a través de juegos, en los que los partícipes retaban con determinado artículo o favor y en el caso de perder debían de cederlo a su contendiente. Por ejemplo, en España se usaba el juego del “dar y no recibir”, basado en la capacidad de memoria de los participantes. El compromiso, como su nombre lo indica, era no recibir nada del contendor. Éste aprovechaba para ofrecer dádivas, objetos o manjares que representaban la debilidad de su compañero, quien debía inhibirse de recibirlos. Si relegaba el trato, se convertía en perdedor y el juego comenzaba de nuevo. Los antiguos celebraban el solsticio de invierno con desbordantes manifestaciones de paganismo, superstición y opíparos tragantonas que terminaban el 25 de diciembre. En otras naciones, la palabra aguinaldo es reconocida como la evolución etimológica de Au -Gui-l’aneuf. Au quiere decir Al Gui, que es el nombre del muérdago de la encina que los clérigos druidas buscaban durante un rimbombante y pomposo ritual, para luego distribuirlo como el regalo más preciado -“símbolo de salvación”- entre todos los fervorosos y devotos seguidores del Edda o biblia del druismo. L’anneuf significa el año nuevo. Así pues, el aguinaldo tiene raíces religiosas y en la actualidad se obsequia el mismo día que empiezan las novenas al Niño Dios. En la actualidad los aguinaldos son una forma de demostrar afecto a quienes nos rodean, por ello, no deben ser cosas costosas, ya que la intención de éstos son el afecto y no el lujo y la ostentación.Esto es una conclusión definitiva, el aguinaldo no es una parranda navideña, literalmente hablando, aunque tradicionalmente está ligado a los villancicos de los cuales hablaremos ahora. Los villancicos No son más que esas tradicionales y hermosas interpretaciones alusivas a la Navidad, que aparecieron en la historia de la humanidad como canciones populares, siendo sus precursores los alemanes. Allí los jóvenes se disfrazaban de Reyes Magos y caminaban por los callejones cantando y bailando. En esta marcha de alegría, recaudaban dinero en efectivo para entregar a las personas menos favorecidas, lo que lo convertía en una especie de colecta de estación navideña. La palabra villancico está unida al significado de lo que es canción popular. Generalmente, los villancicos eran inventados por los campesinos y tenían, obviamente una temática religiosa. Los villancicos son una mezcla del espíritu plebeyo y culto. Históricamente, en los siglos XV y XVI, los compositores españoles hicieron grandes aportes a este género. Más aún, en el siglo XVI, los villancicos se empezaron a utilizar en las ceremonias religiosas de Navidad, las cuales eran interpretados por coros de niños ataviados como ángeles. Los primeros villancicos en Inglaterra se reconocen históricamente con el nombre de Christmas y se interpretaron en 1170, en la corte del Rey Enrique I. A su vez, en Francia, los villancicos son conocidos como Noels. La música de este género es de carácter simple y sencillo; sus letras son alegres y pegadizas. Pero aún hay muchas cosas que contar sobre ellos. El villancico es “la canción de la villa” y en sus orígenes sirvió para registrar la vida cotidiana de los pueblos. En el siglo XV se consagraría como una peculiar forma de entender las tonadillas populares en la España Medieval, dando origen y asentándose la costumbre de entonar villancicos durante las fiestas navideñas. Algunas de las melodías europeas de los villancicos formaron parte de los misterios y representaciones teatrales medievales del Ciclo de Navidad, al prohibirse éstas en los templos, quedaron como cantos sueltos que se ejecutaban con motivo de la Navidad. Pronto los villancicos se trasladarían del pueblo a la Corte, convirtiéndose en los siglos XV y XVI —junto con el romance—, en las composiciones poético-musicales profanas más interpretadas. Su evolución La pieza gregoriana Puer natus est, por su alusión a la Natividad de Cristo, está considerada como uno de los primeros villancicos de la Historia. Y es que la traducción de los primeros versos latinos de este canto es: “Un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado”. Entonces, ¿cómo no considerarlo un canto navideño? El villancico, que en sus inicios fue una forma poética española, significa “canción de la villa”, o “canción campesina” ya que, al parecer, fue un canto rústico de villanos o aldeanos en sus fiestas; su estructura musical fue sencilla y utilizada, a manera de acronismo o sucesiones de ritmos musicales, para registrar los principales hechos de una comarca. Sin embargo, esto no impidió que más tarde, el villancico no sólo se robusteciese como variedad, sino que se convirtiera en el modelo de la “canción de Navidad”, hasta llegar a nuestros días como amplio repertorio de canciones (de diferente origen) que se armonizan, casi universalmente, en la época navideña. Los primeros villancicos en España fueron composiciones polifónicas a tres y cuatro voces que se encuentran recopiladas en los cancioneros españoles de la época. Se recogen villancicos de los principales compositores de la época, como Juan del Encina. Su música es clara y sencilla, buscando la adaptación al texto. Encina, nacido en 1469, probablemente en la provincia de Salamanca y fallecido en León en 1529, realizó una creación con aproximación a la suculenta vena popular: la utilización hábil de los muletillas tradicionales. De su “Cancionero de Palacio” nos ha legado 68 composiciones vocales, entre las cuales existen villancicos. Todavía es más curioso que el tema del villancico casi nunca tenía que ver con la Navidad. Había villancicos de temática religiosa, aunque predominaban los de corte profano. Estos tenían el carácter marcado de las canciones pueblerinas: vivos, irónicos e incluso picarescos. De entre los de temática religiosa había algunos dedicados a la Virgen, a la festividad del Corpus, etc. Es importante señalar que los villancicos religiosos podrían haber formado parte de las representaciones escénicas medievales. Sin embargo, cuando éstas fueron prohibidas en los templos, quedaron como cantos sueltos navideños. ¿Pero son familiares de la bachata? Aunque no se sabe a ciencia cierta, estos cancioneros contienen buena cantidad de villancicos polifónicos cortesanos que poéticamente derivan del “zéjel” y de los géneros italianos “virelai” y “ballata” (que muchos consideran antecesor de la bachata moderna), todos ellos conformados formalmente por estribillo (A), seguido de copla en dos partes (mudanza: bb – y vuelta: ba), al final de la cual se repite el estribillo (A) y sigue otra copla. Paralelamente al villancico polifónico se cuenta ya en el siglo XVI con el villancico a una voz y acompañamiento de vihuela que, es un antecesor de la guitarra cuya aparición se inicia en elsiglo XVII. Desde fines del siglo XIX el nombre ha quedado exclusivamente para denominar a los cantos populares – religiosos o profanos – que aluden al misterio de la Navidad y que se cantan con el acompañamiento de instrumentos musicales populares. A partir de esta época, el villancico sufre grandes cambios pues su temática se va concentrando hacia la referencia de los elementos que intervienen en la fiesta de Navidad. Se trata de canciones que alternaban estribillo y estrofas. Eso no es todo. La estrofa tenía dos partes: la primera se llamaba mudanza y la segunda, vuelta. Curiosamente, en la Andalucía árabe existía en tiempos de los troveros una composición de estructura parecida, llamada zejel, que alternaba estrofas (cantadas por un solista) con un estribillo que era interpretado por el coro. No opstante lo transcrito, hay otras opiniones. Aguinaldo y villancico: semejanzas y diferencias. Por: Domingo Caba Ramos. (Al sacerdote y buen amigo: César Hilario) “Alabemos todos / al niño Jesús, que nació en Belén / y murió en la cruz” (Juan A. Alix) Quizás la mayor parte de los dominicanos lo hemos cantado, bailado y tarareado alguna vez; pero talvez muchos desconocen que su título original es “Cánticos” y no “A las arandelas”, como popularmente se conoce. Que fue compuesto en Santiago hace ya ciento seis años, específicamente el 16 de noviembre de 1908, y que su autor lo fue el laureado cantor o poeta popular mocano – santiagués Juan Antonio Alix (1833- 1918), el cual dedicó la referida composición al presbítero don Manuel. de Jesús González, cura de la parroquia La Altagracia de la ciudad de Santiago de los Caballeros. Se trata, pues, del más antiguo y conocido de los aguinaldos dominicanos. Antes de continuar, valdría preguntarse, ¿qué es un aguinaldo? El concepto de aguinaldo casi siempre suele confundirse con el de villancico. Y al respecto debemos precisar que si bien uno y otro tipo de canción aluden a las fiestas navideñas ( rasgo común ) los mismos difieren ligeramente en lo que atañe a la naturaleza y alcance de la temática tratada, vale decir, mientras el contenido del villancico es eminentemente religioso, el aguinaldo combina lo religioso con lo profano. Pero dejemos que sea una voz autorizada, Julio Alberto Hernández, quien se encargue de establecer dicha diferencia: “Hoy día – apunta el afamado músico y compositor dominicano – entendemos por villancico, una canción del folklore tradicional inspirado en el espíritu religioso popular de las navidades, que suele cantarse entre el pueblo y las instituciones religiosas, con acompañamiento de instrumentos populares” Y al distinguirlo del aguinaldo, don Julio puntualiza lo siguiente: “Cuando el villancico abarca temas profanos se llama aguinaldo. Esta es la canción popular tradicional que mejor expresa los sentimientos del pueblo dominicano en la navidades” (Música Tradicional Dominicana, 1969, págs. 34-35) Las letras del villancico versan o están siempre asociadas al nacimiento del niño Jesús, como bien se aprecia en las estrofas que siguen: 1. “Venid pastorcito, venid a adorar, al Rey de los cielos, que ha nacido ya…” 2. “De tierra lejana, venimos a verte, nos sirve de guía, la Estrella de Oriente, o brillante Estrella , que anuncia la aurora, no nos falte nunca, tu luz bienhechora…” Y también en los versos del más popular, antiguo y universal de los villancicos: “Noche de paz”: Noche de paz, noche de amor, todo duerme en rededor, entre los astros que esparcen su luz, bella anunciando al niñito Jesús, brilla la estrella de paz, brilla la estrella de paz. El aguinaldo, por su parte, además del religioso, incluye en sus letras temas profanos, tales como la comida, las fiestas, las parrandas ,las bebidas alcohólicas y el amor erótico: “De la montaña venimos, para invitarte a comer, un lechoncito en su vara, y ron pitorro a beber . . .” Conviene aclarar que originalmente aguinaldo no era más que un favor que musicalmente se pedía como regalo de Nochebuena; pero mediante el proceso de desplazamiento o transferencia semántica, con el paso del tiempo se le llamó aguinaldo no sólo al obsequio apetecido, sino también a la canción utililizada como canal para solicitarlo. Al explicar la idea contenida en el párrafo precedente, Julio Alberto Hernández no podía ser más explícito: “Desde los primeros días del mes de diciembre, su alegre melodía llena de vibraciones los campos y ciudades, donde está unido a gente de toda edad y clase, imponiéndose en los bailes, conciertos y fiestas pascuales. Los músicos populares tienen la costumbre de ir a cantarlo a las puertas de las familias acomodadas, con miras a conseguir su aguinaldo (regalía) de Nochebuena. Otras personas asaltan la casa del amigo donde se proyecta hacer la fiesta, que, de antemano está preparada con bebidas y el tradicional pavo o lechón asado” (Ob. cit., pág. 35) La pieza poética que nos ocupa, “Cánticos”, está compuesta por ochenta versos cortos, octosílabos en su totalidad, (sólo en el verso final aparece la palabra arandela) distribuidos en veinte estrofas, en las cinco primeras de las cuales los protagonistas del aguinaldo se limitan a emitir un canto de alabanza al Niño Jesús, así como un mensaje de felicitación y buenos deseos a los dueños de la casa “multados” con el regalo de Nochebuena: “Alabemos todos / al Niño Jesús, que nació en Belén / y murió en la cruz. También alabemos / con suma alegría, a sus santos padres / San José y María. Después de alabar / al Rey de los cielos, con los de esta casa / nos entenderemos. Y les cantaremos / de Dios con la gracia, deseando a todos / muy felices pascuas. Y un año feliz / con prosperidad, salud y dinero / y felicidad” En las estrofas que siguen, el autor pasa a describir el momento festivo o asunto central de la composición, merced al cual inserta esa aguda crítica social de inconfundible tono epigramático que tanto caracterizó a la mayor parte de las creaciones del entonces llamado “Cantor del Yaque” En las estrofas sexta, séptima y octava, el poeta crítica : a) A LOS CHISMOSOS , prestos siempre a generar nocivos efectos con sus lenguas lacerantes: “Que el Niño Jesús / muy a bien lo tenga, librarnos a todos / de las malas lenguas” b) A LOS ENVIDIOSOS, siempre mortificados por el éxito ajeno: “Que los libre el Niño / de los envidiosos, que hacen mala sangre / y viven rabiosos” c) A LOS MALOS VECINOS, eternos perturbadores de la paz familiar: “Y los libre el cielo / de un vecino malo, que es mucho peor / que un incendio al lado” En las cuatro estrofas siguientes se nos anuncia mediante el empleo de términos o expresiones de gran valor sensorial que la cena o aguinaldo está casi a punto de comenzar: “¡Señores, silencio! / que el sonido empieza, de platos, cubiertos / y arreglos de mesa. Por el agujero / de la cerradura, ya se siente el bajo / a fritanga pura. Y allá en la cocina / ruidos de sartenes, que sacan del horno / pavos y pasteles” Pues según señales / esta gente buena, trata de obsequiar / con tamaña cena” Los visitantes, excitados por la inminente presencia del manjar o plato deseado, muestran su desesperación y emiten un grito de indiscutible acento imperativo: “Así, pues, señores, los dueños de casa, abran ya sus puertas, que el tiempo se pasa.” A partir de este momento, el poeta retoma el tono crítico de sus versos, dirigiendo sus incisivos cuestionamientos a quienes asisten a las celebraciones y actividades festivas sin que hayan sido previamente invitados a las mismas: “Y al entrar señores / mucha precaución, con los que se meten/ sin invitación. Y en los aguinaldos / los pulpos nombrados, se sientan primeros / que los invitados” Y al ir a la mesa / los primeros son, en comer de todo / con mucha ambición. Y son los primeros / en damas sacar, y hasta los registros / los suelen bailar” La advertencia está hecha, el deseo por disfrutar la cena se incrementa y es, por tanto, hora de entrar a la casa: “Entremos señores / a esta honrada casa, saludando a todos / y dando las gracias. Y después de entrar / esa gente buena, que no tarde mucho / en poner la cena” El autor abandona el tono épico del relato para concluir sus famosos “Cánticos” con esta lírica exhortación: “Así, pues señores, sin más dilación, entremos cantando, arandelas son” Con el paso de los años, algunos de los versos que conforman estos “Cánticos” de Juan Antonio Alix, específicamente los que integran las cuatro primeras estrofas, fueron musicalizados y se les anexaron otros que nada tienen que ver con la versión original de los versos que en los párrafos precedentes aparecen transcritos. Entre esas estrofas agregadas o que no forman parte de las veinte más arriba comentadas, merecen citarse las siguientes: “Ábreme la puerta / que estoy en la calle, y dirá la gente / que esto es un desaire… A las arandelas / a las arandelas, a las arandelas / de mi corazón. Allá dentro veo / un bulto tapao, no sé si será / un lechón asao” Se tratan, estas últimas, de estrofas cuyo autor por el momento se desconoce, razón por la cual las mismas se sitúan en el plano de lo folklórico. Aguinaldos y Villancicos Populares en Venezuela. En Venezuela, los villancicos y aguinaldos casi siempre se refieren a lo mismo, pero hay diferencias, por ejemplo los villancicos son más reconocidos como cantos religiosos que tienen que ver con la Navidad y la vida de Cristo, mientras que los aguinaldos tienen que ver con las parrandas navideñas y con letras más populares. Conclusión: Tanto los villancicos como los aguinaldos tienen que ver con la navidad. Para algunos la diferencia está en que los villancicos son exclusivamente religiosos, o sea sólo hablan del nacimiento de cristo y de llevarle regalos, o trata de los reyes magos que lo van a vicitar. En cambio, los aguinaldos tratan otros temas como la comida, o de invitar a comer, o "ven a mi casa para esta navidad", o ", de la montaña venimos para invitarlo a comer", en fin. Por otra parte la música de los aguinaldos es más profana como parrandas, cumbias o canciones estilo balada. Para otros, como vimos en la primera transcripción, todas las cancione popularess relacionadas con la navidad son villancicos, villancico viene de villa, es decir, es el canto de los campesinos o personas que viven en las villas, generalmente los villancicos pertenecen al género folklórico y algunos un poco más doctos. Los aguinaldos en cambio, son regalos que se hacen con motivo de navidad. Aquí en chile se conoce el aguinaldo como el dinero que pagan los empleadores a sus trabajadores tanto en navidad como en fiestas patrias, y también el dinero que se les paga a los jubilados de acuerdo a la ley para esas mismas fechas. O sea, aquí en chile se extiende el vocablo aguinaldo también para el dinero que dan para las fiestas patrias en el mes de septiembre.

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