domingo, 2 de diciembre de 2018

Finanzas en el hogar: Siete pasos para aprender a ahorrar

Siempre es un buen momento para pensar en el futuro, planificarse y practicar el ejercicio de ahorrar. Los expertos afirman que la capacidad de ahorro es cultural, algo que se aprende y hereda y que requiere, sobre todo, voluntad. Llevar el gasto en consumo mensual a un archivo digital en el computador o a una libreta de apuntes, es el primer ejercicio necesario de hacer. Registrar los gastos es vital, porque si no conocemos esa cifra, no la podemos controlar. "Si una persona es ordenada y lleva este control de gastos, tendrá más posibilidades de cumplir con los objetivos financieros que se proponga", advierte Hernán Pape, académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Central. Se suma la opinión de Éric Parrado, Superintendente de Bancos. Entendiendo que el ahorro es la parte del ingreso que no se destina al gasto y que se reserva para necesidades futuras, coincide con el académico en que existen formas concretas de llevar a cabo un plan financiero familiar exitoso en el largo plazo. Ambos entregan siete consejos para lograrlos: 1. Definir los objetivos financieros. Lo primero que hay que hacer es preguntarse lo siguiente. ¿quieres ahorrar o mantenerte? Si el objetivo es ahorrar, entonces hay que definir cuánto, sin fijarse todavía en cómo lograrlo. "Si gano 100, puedo decir ahorrar 5 o 10". ". 2. Elaborar un presupuesto familiar. La pareja debe analizar cuánto gana al mes y hacer una proyección con los potenciales ingresos. Cuando los 2 trabajan y tienen un sueldo fijo, obviamente esto es más fácil, pero es algo que también deben hacerlo si tienen sueldo variable (hay una historia de niveles de ingresos que pueden tomarse en cuenta). 3. Clasificar los ítems de gastos tradicionales. Aquí se deben incluir los gastos en vivienda, vestuario, transporte, educación y servicios básicos (agua, luz, gas). Es aconsejable realizar esta operación mes a mes. "Alguien puede decir que éste es un procedimiento latero, pero yo respondo que lo que no se registra, no se puede medir ni controlar. Si, por ejemplo, quiero tomarme vacaciones en el verano, tengo que pensar antes cómo voy a obtener dinero para costearlas y empezar a trabajar antes ese objetivo", advierte Hernán Pape. 4. Fijarse metas. El ejemplo de las vacaciones es una meta clara. Según Éric Parrano, las personas tienen que fijarse metas de ahorro y, si ya tienen claro en qué pueden utilizar ese ahorro, eso se transformará en una inversión, porque tiene un fin determinado. En el sitio web clientebancario.cl existe una calculadora que ayuda a estimar estas metas. 5. Equilibrar consumo y ahorro. Para esto, hay que considerar los ingresos y los gastos. "Si tengo ingresos de 100 y egresos de 80, y me puse como objetivo ahorrar 10, está muy bien, porque mis ingresos exceden los gastos y me queda un excedente mayor al objetivo financiero". Aclara Pape. Lamentablemente, señala, esto no pasa con frecuencia pues la gente privilegia el consumo presente en vez del futuro, en otras palabras, opta por consumir antes que ahorrar. 6. Gastar solo lo que se gana. Con esta planificación propuesta, "no hay magia", sentencia Hernán Pape. Pudiera ser que en un mes más exigente, como diciembre o marzo, los gastos pueden superar a los ingresos, pero es algo que tiene que ser de manera temporal. "Ahí se puede recurrir a la línea de crédito o eventualmente a un crédito de consumo para mitigar los gastos mayores. Lo que no puedo hacer es endeudarme para comprar regalosde Navidad a 24 meses por ejemplo, porque en 12 meses más viene otra navidad. Lo mismo pasa con los gastos de marzo del colegio", ejemplifica. Lo ideal, dice, es que, en estos casos, las personas no se endeuden más allá de 6 meses o, excepcionalmente, 12 meses. 7. Ahorrar en forma regular. Para éric Parrado, la clave del ahorro es la capacidad de juntar dinero de manera constante durante un período de tiempo. En la medida que los plazos no sean largos y los montos no sean significativos, se recomienda privilegiar la capacidad de ahorro antes que someterse a un sistema de crédito en cuotas. Por ejemplo, si el objetivo es comprar un televisor, puede convenir juntar el dinero y comprarlo cuando se pueda, antes que endeudarse por varios meses. "Se demorará más en hacer la compra deseada, pero al final tendrá los recursos para ser usados en otra cosa". Educar a los hijos en el ahorro. Predicar con el ejemplo sigue siendo la mejor forma de enseñar a los hijos. Una forma efectiva es aplicar la austeridad. Preguntarse para qué necesito el último modelo de celular, si puedo comprar otra cosa útil. La planificación financiera y el control de gastos, es una cultura, que puede enseñárseles a los niños mediante algunos gestos como hacerles regalos adecuados a sus necesidades. Explicándoles el valor que tienen las cosas. Hablarles de que nada es gratis, porque siempre alguien financia los productos y servicios que la familia disfruta a diario.

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